miércoles, 3 de diciembre de 2008

jueves, 20 de noviembre de 2008

CINE de 1960





En la década de 1960 apareció un movimiento conocido como el ‘nuevo cine’ que fue ganando en fuerza y coherencia. Este movimiento intentaba captar la realidad social cotidiana con un tipo de filmación artesanal, flexible y económica y estaba impulsado por un deseo utópico de modernidad y cambio social que se reflejaba en el entusiasmo inicial por la Revolución Cubana. Entre los principales realizadores de esta época cabe destacar en Brasil a Glauber Rocha, Nelson Pereira Dos Santos y Ruy Guerra; en Cuba a Santiago Álvarez y Tomás Gutiérrez Alea; en Argentina a Fernando Birri y Fernando Solanas; en Chile a Miguel Litín y Raúl Ruiz; y en Bolivia a Jorge Sanjinés. Películas típicas de este periodo son Los fusiles (1963), de Guerra, Memorias del subdesarrollo (1968), de Alea, y La hora de los hornos (1968), de Solana.

lunes, 10 de noviembre de 2008

A caminar se ha dicho!!



Algo tipico en la decada del 60, tanto en mujeres como en hombres, era usar zapatos de plataforma.
¿Sera que querian sentirse superiores? ¿A que?


Un poquito de historia... un ejemplo...

Resulta poco común que un niño de nueve años se ofrezca a confeccionar unos lindos zapatos para la primera comunión de su hermana... pero todo se explica al saber que el chico se llamaba Salvatore Ferragamo. Y es que de cuando en cuando, en alguna disciplina aparece un genio que revoluciona todo lo hecho hasta entonces. Así establece un nivel de excelencia que se convierte en referencia de todo lo que él mismo (y otros) harán en el futuro. En el caso de la moda en calzado, sin duda ese nombre es el de este gran italiano.


DEL CAMPO A HOLLYWOOD

Nacido en 1898 en Bonito, cerca de Nápoles, fue el hijo número 11 de una pareja de campesinos. En su infancia fue aprendiz de zapatero y empezó a cultivar su talento creador. A los 16 años viajó a California, donde empezó a fabricar modelos para actores y actrices de nivel medio. En 1923 se mudó a Hollywood para trabajar para estudios como Warner Bros, Universal y MGM. También abrió una zapatería, que fue frecuentada por estrellas de cine de todos los tiempos, como Sophia Loren, Catherine Hepburn y Greta Garbo. Desde ahí estableció la fuerza de sus creaciones hechas a mano, que pronto cobraron renombre internacional. Poco tiempo después compró el Palazzo Spini Feroni en Florencia, hasta hoy sede de la empresa que lleva su nombre. Aunque murió en 1960, la marca (dirigida por sus descendientes) se ha encargado de inmortalizarlo para las fururas generaciones.


QUÉ LO DISTINGUE

Aunque fueron mucho más, sus aportaciones principales se pueden resumir en tres:


1. En 1933 inventó el tacón de cuña de corcho que preparó el camino a la plataforma, tan de moda incluso hoy. La cuña se estableció como un estándar de la industria para las décadas por venir.

2. Ante la escasez de piel y madera durante la Segunda Guerra Mundial, usó materiales poco comunes en zapatería como papel de envoltura de caramelo, encaje, celofán, seda, concha y plumas. Su célebre "sandalia invisible" (con tiras de nylon empleadas para pescar) fue un dechado de audacia e ingenio ante la crisis.

3. Descubrió, gracias a la anatomía, que el peso corporal recae en la bóveda del pie, por lo que desde entonces puso ahí un soporte de metal a todos sus modelos. Eso significó que los zapatos altos, que se usaban desde el siglo XVI, fueron cómodos por primera vez y ya no necesitaron una puntera como "freno" de los pies... Así, las sandalias permitieron mostrar los dedos. Además, algunos dicen que es el creador del tacón de aguja (de 10 centímetros de altura), todo un derroche de tecnología de 1952. Sin duda, fue un genio convencido de que así como los ojos pueden ser el espejo del alma, los zapatos son la puerta de la mente...


CREÓ MODELOS PARA:

· Marlene Dietrich

· Audrey Hepburn

· Marilyn Monroe

· Benito Mussolini

El calzado sigue representando el sello distintivo de la marca italiana que el año pasado presentó en México, en el Museo del Palacio de Bellas Artes, una exposición de modelos pertenecientes al Museo Salvatore Ferragamo de Florencia. Sin embargo, más allá de eso, la empresa también produce cinturones, corbatas, bolsas y equipaje. Además, recientemente lanzó en México su nueva fragancia F by Ferragamo. Se trata de una propuesta femenina a morir, moderna, frutal y luminosa, con jazmín, rosa y flor de naranja. Y su riqueza no sólo reside en la mezcla olfativa, sino incluye el propio empaque: la base simula el arco de la planta del pie, mientras en la parte superior, una tira negra y una roja representan una sandalia, la máxima creación del zapatero de las estrellas.












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¿Nos vestimos como en los 60?



Está claro que los años 60 dieron lugar a una auténtica revolución en muchos aspectos. La moda fue uno de los ámbitos en los que se produjo un auténtico cambio. Surge el concepto de la ropa diferente, original, divertida y extravagante. El glamour y el lujo de años anteriores dejan paso a la psicodelia.
La cultura pop marca un camino distinto en la moda de aquellos años con el uso de estampados y materiales como el plástico. Se llevan las gafas grandes, de pasta y los cinturones anchos.
Pero la prenda con más éxito, que supuso uno de los hechos claves en la década de los 60, fue la minifalda, de la mano de Mary Quant.
Gran Bretaña, desplazando a Italia y a Francia, se transforma en el centro de la movida cultural. El resto del mundo centra su atención en el estilo del rock británico que se impone sin resistencias. El Mod look arrasa. Las mujeres se maquillan los ojos con gruesas líneas negras. El pelo se lleva corto o con cortes geométricos. También se lleva el pelo largo con postizos combinando todos los colores.
Twiggy, una cantante británica entra de lleno en el mundo de la moda transformándose en un ícono de la década de los 60. Su extrema delgadez deja atrás las sensuales curvas que reinaban en los 50.



¿No es esto a lo que llamamos moda? ¿Novedad?
Usar minifaldas, llamativas y extremadamente MINIS, camisolas a cuadros con jabot, pulseras, collares, anillos, vinchas, pañuelos, por demas extravagantes y coloridos, cinturetes anchos al tono de los zapatos altos y la cartera gigante..
Pintarse los ojos con delineadores negros y la boca con un rojo furioso...
¿No es eso, lo que los jovenes de los 60 llamaban como MODA?
¿No es lo mismo a lo que nosotros llamamos "tener facha, curtir la onda?
¿Porque sera que los que vivieron los 60, hoy se sorprenden, y quedan anonadados cuando en la tele aparecen adolescentes que se hacen llamar floggers? ¿Quien no tuvo un album de fotos?
Hay que mirar atras, para comprender el Hoy, y asi poder predecir al menos algunas cosas del mañana.

viernes, 7 de noviembre de 2008

El Club del Clan



El Club del Clan fue un programa de televisión argentino, transmitido en varios países de América Latina a comienzos de la década del 60, que reunió a un grupo de cantantes beat-pop que cantaban en español (algo inhabitual para la época) y lograron una enorme difusión popular, y que tuvo una notable influencia en los gustos musicales de una parte sustancial de la juventud. Algunos de sus miembros eran Palito Ortega, Violeta Rivas, Leo Dan, Johnny Tedesco, Chico Novarro, entre otros.El Club del Clan tuvo su origen en lo que se llamó La Nueva Ola, una serie de artistas juveniles contratados por RCA y difundidos bajo ese eslógan a partir de 1959, con el fin de competir localmente en el mercado del rock and roll que monopolizaba Elvis Presley. La idea original fue del directivo de RCA, el ecuatoriano Ricardo Mejía. El sello grabador se dio una estrategia inicial de difusión con centro en la grabación de discos y la realización de recitales públicos en sus instalaciones y shows televisivos ("Swing, Juventud y Fantasía" en Canal 7; "La cantina de la guardia nueva" en Canal 11).Los tres primeros artistas en ser contratados fueron Rocky Pontoni (Orlando Amador Pontón), Marty Cosens (Rubén Cosentin) y Mariquita Gallegos. En los años siguientes serían contratados otros músicos que tendrían una larga actuación en el pop argentino, entre ellos: Fernando Borges, Jolly Land, Victor Buchino, Violeta Rivas, Chico Novarro, Lalo Frensen, Edith Scandro, Nena y Terry Morán, Raúl Lavié, Raúl "Tanguito" Cobián, Pino Valenti, Johnny Tedesco, Nicky Jones & The Rocklands, y Palito Ortega.La RCA realizaba versiones en castellano de famosos temas extranjeros, adaptadas por Ben Molar y algunos casos por su hermano Rafaelmo Molar.El primer gran hit de esa serie llamada "Explosivos", previa al Club del Clan, fue el tema Eso de los TNT, en 1960. Luego siguieron la ultrafamosa "La novia", cantada por Antonio Prieto y "Llorando me dormí", interpretada por Bobby Capó y Violeta Rivas. Se trató de éxitos inéditos, que superaban cada uno el millón de copias vendidas y que se hicieron conocidos en todo el continente.En los programas de televisión, la RCA contrató a Hugo Moser con el fin de diseñar las personalidades que los cantantes de la nueva ola debían representar ante el público.Como una continuación natural del éxito de La Nueva Ola pergeñada por Ricardo Mejía, en 1962 el sello RCA Víctor y el Canal 13 de televisión de Buenos Aires, firmaron un contrato para poner en el aire un programa semanal, musical-juvenil, denominado El Club del Clan.El Club del Clan salió al aire por primera vez el sábado 10 de noviembre de 1962 a las 20:30, bajo la dirección de María Inés Andrés.

Mafalda.


“Yo quería ser dibujante de historietas. Cuando debía comenzar la escuela, mi mamá tuvo que convencerme: debía ir a la escuela porque para poder escribir los textos de las historietas que hiciera cuando fuese grande tenía que aprender a escribir y eso me lo enseñarían en la escuela”, relató el caricaturista, según la agencia Europa Press. En 1951 se trasladó a Buenos Aires y recorrió varias redacciones de diarios y revistas en busca de trabajo, sin mucho éxito. Pero 13 años después en 1964, creó a su personaje más famoso: Mafalda, la niña lúcidamente analítica que junto a su pandilla de amigos pone en clave de humor, con una inocencia demoledora, profundas reflexiones y puras críticas a la sociedad.
Quino dijo que la idea de ese personaje surgió “porque en ese momento el Movimiento de Liberación Femenina tenía una lucha muy activa. A Mafalda no le gusta la sopa: esa sopa representa el autoritarismo que debemos soportar, así como (el personaje de) Libertad es muy chiquita porque cuando hay autoritarismo la libertad también lo es” netmag.com.mx/.../2007/07/17/felicidades-quino/

Artistas musicales de los años 60


PIERO: Piero De Benedictis, italiano, nacido en Gallipoli. Cuando tenía tres años su familia se radicó en Allen, Río Negro. Se inició con Los Ángeles de Perego, una orquesta de la vecina ciudad de Cipolletti. En Buenos Aires debutó en TV en 1964, cantando especialmente éxitos italianos. Estuvo unos años sin actuar, regresando con un gran éxito: "Mi Viejo". Su tema "Como Somos", interpretado por Fedra y Maximiliano, ganó el Festival Buenos Aires de la Canción de 1969. En la década del 70 cambió la temática de sus canciones, que se hicieron muy politizadas.

viernes, 31 de octubre de 2008

Monografia de "El boom de los 60"


















Indice
Introducción……………………………………………………….2-3

1. Literatura de la década de 1960……………………………………..4

2. Revistas de 1960………………………………………………………5

3. Mercado editorial de 1960……………………………………………6

4. Televisión de 1960…………………………………………………….7

5. Teatro de 1960…………………………………………………………8

6. Cine de 1960…………………………………………………………...9

7. Radio Argentina de 1960……………………………………………..10

8. Música de la década de 1960………………………………………...10

9. Pop Art y otros movimientos………………………………………….11

10. Escultura y pintura latinoamericanas………………………………12

11. Conclusiones………………………………………………………….13

12. Bibliografía……………………………………………………………..14



“El Boom de los 60”

La década de 1960 vio surgir una literatura diferente, este fenómeno conocido como el “el boom de los años 60” ha llamado mi atención, razón por la cual he decidido hacer una investigación acerca de los ámbitos y sucesos que posibilitaron el nacimiento de este tipo de literatura y las características de la misma. Esto, con el objeto de tener una visión panorámica del tema y a la vez indagar con mayor profundidad acerca de la música, el teatro y los medios masivos de información, tales como revistas y diarios, radios y programas de televisión latinoamericanos y en especial argentinos de los ´60.
Una de las características tanto de la década del 50 como la del 60 es la aparición de movimientos de protesta a nivel mundial que cuestionaban el orden social y político evidente. En America Latina, sucesos como la dictadura militar de Fulgencio Batista en 1952 en Cuba, la de Rojas Pinilla en 1953 en Colombia, la de Lonardi en 1955 en Argentina, las Revoluciones populares en reclamo por la democracia y las repetidas rebeliones estudiantiles en los diferentes países latinoamericanos jugaron un gran papel en la mente de escritores y lectores. Otra característica importante es la industrialización en los países desarrollados que trajo aparejado el aumento de la población urbana, y con este se produjeron una serie de cambios que originaron un modelo económico conocido como sociedad de consumo. Éste acompañado por el surgimiento de una cultura de masas difundida por los medios masivos de comunicación e incorporada rápidamente en toda la sociedad contribuyó a un estilo de vida consumista, cuyo modelo fue duramente criticado y con mayor intensidad por los jóvenes. En este contexto surgieron el movimiento hippie y el pop art, opuesto al arte elitista, postulo la búsqueda de valores estéticos en los objetos cotidianos y utilizo técnicas agresivas de la publicidad.
La literatura entonces, tenia ya tenía otra problemática crucial a la cual prestar atención y rendirle homenaje. Las novelas del Boom se distinguen por tener una serie de innovaciones técnicas en la narrativa latinoamericana, desarrollando el “realismo mágico y lo real maravilloso”, e introduciendo técnicas vanguardistas de narración. Escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, José Donoso o Carlos Fuentes, son algunos representantes de esta corriente.
Gracias al “Boom”, la narrativa latinoamericana goza hoy del mismo respeto en el mundo de que gozaba nuestra poesía en la que hace tiempo se destacaban las figuras de Rubén Darío, César vallejo, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, entre otros.























1. Literatura de la década de 1960

Dentro del campo de la literatura latinoamericana, la década del sesenta configura el marco de una intensa renovación narrativa que, desde el punto de vista editorial y del público, da origen al denominado boom de la literatura latinoamericana. En la Argentina, Buenos Aires es caja de resonancia de tanta efervescencia verbal e ideológica. Las canciones de protesta, los espectáculos “underground”, las exposiciones atrevidas del Instituto Di Tella, centro de experimentación estético y científico, que promueve la investigación en ciencias sociales y la modernización artística y audiovisual, y a la revista Primera Plana que, dirigida por Jacobo Timmerman, acerca la nueva literatura a sectores mayores de público, la posibilidad de que alguna película, algún libro o algún disco atraviese las barreras de la censura, son fenómenos repetidos y formadores de un estado cultural distinto.
A lo largo de la década, se produce un proceso de modernización de las prácticas y las estéticas literarias por la crisis y transformación de las poéticas realistas y la incorporación de técnicas narrativas diferentes, que implican rupturas de orden lineal de la historia, multiplicidad de puntos de vista en el relato, e incorporación de discursos provenientes del psicoanálisis, la sociología, la historieta y el periodismo. Las producciones de los autores del boom de los 60 mostraban un lenguaje nuevo que les permitía narrar las respectivas problemáticas locales y trascender sus fronteras para exigir a sus lectores estar abiertos a nuevas formas de lectura que demandaban mayor compromiso y participación. Ese lenguaje singular, que utilizaban los autores surgía de una revelación privilegiada de la realidad americana, de instalar lo ambiguo o lo absurdo en un entorno conocido o cotidiano, potenciar la desmesura de los personajes y la exuberante naturaleza de America Latina, se trataba de recrear los deslumbrantes artificios verbales del Barroco español para ponerle palabras a una realidad compleja y contradictoria; esta manera de expresarse se conoció con el nombre de Realismo Mágico.
En el Realismo Mágico encontramos precisamente lo real presentado como maravilloso, o bien lo maravilloso presentado como real. Los sucesos más fantásticos no se presentan, como sucedería en el cuento fantástico tradicional, como algo que asombra tanto a personajes como a lectores, sino como parte de la realidad cotidiana. Asimismo también lo real, lo cotidiano, el paseo por la calle, la reunión de amigos o simplemente ponerse un pantalón, pueden tornarse en algo fantástico y maravilloso en la narrativa hispanoamericana. Ambas vertientes de la unión de realidad y fantasía se mezclan en las novelas que en torno a los años cincuenta comienzan a escribirse en América. Otro aspecto destacable del Realismo Mágico es la multiplicidad de narradores con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad al texto. Debido a esta característica muchos son los autores que sintetizan el significado del boom de los 60 diciendo que puede ser definido como una combinación de realismo y fantasía.

2. Revistas de 1960

En noviembre de 1962, se fundo la revista Primera Plana en Argentina.
La aparición de esta revista, publicada semanalmente(los días martes) de la Editorial, Primera Plana SRL, dirigido por Jacobo Timerman y financiado por la empresa IKA, significó un punto de inflexión en el proceso de modernización del periodismo argentino. Primera Plana era mucho más que un semanario político. Era un semanario de temas generales que adoptó un estilo novedoso en nuestro país. Fue un proyecto significativo en el universo de los medios gráficos (más específicamente en los semanarios), pero su influencia afectó al conjunto de los medios masivos nacionales. Constituyó, al mismo tiempo, una expresión del complejo y contradictorio clima cultural de la época, caracterizado por fuertes giros regresivos y ascendentes movimientos revolucionarios. Primera Plana reflejó todas las formas de renovación cultural de los años sesenta. Su nacimiento quedó inscripto, entre otras condiciones estructurales, en el marco de las nuevas inversiones de capitales extranjeros, de la fuerte movilización del mercado publicitario y de la internacionalización de los contenidos y técnicas gráficas. La revista Primera Plana se presentó como un agente de regulación y legitimación de las nuevas prácticas sociales que iban surgiendo junto a la modernización social y cultural. Frente a la prensa tradicional, que en ese momento sostenía relaciones tensas con la industria cultural y sus productos, Primera Plana valoró positivamente la difusión y expansión de los consumos culturales que se estaban produciendo.
Primera Plana privilegiaba a la vanguardia del cine europeo, a la literatura norteamericana y al “boom” de la literatura latinoamericana. Su estilo modernizó el discurso periodístico definiendo una línea editorial característica del periodismo de vanguardia. Utilizó como recursos los titulares creativos, y en las notas se destacó un estilo de escritura con indicios metafóricos, referencias irónicas y narraciones construidas desde la ficción (eran frecuentes los comienzos novelados de algunas notas). Hacia fines de 1964 aparecieron en la revista los primeros artículos sobre marketing, medios y publicidad. Primera Plana determinó la conformación de un nuevo público, y por ende, la modernización del mismo. Abrió una franja nueva de público: los sectores medios que querían recuperar su opinión y participación después de la censura impuesta por el golpe del ‘55. La revista cumplió una función esencial en la educación de los nuevos sectores medios y altos. Los lectores de Primera Plana eran flamantes ejecutivos (sobre todo de empresas multinacionales en expansión) o importantes segmentos de la clase media intelectual. Un público ampliado, con un poder adquisitivo acomodado.

3. Mercado editorial de 1960

En 1955, en correspondencia con el advenimiento de la llamada "Revolución Libertadora", la producción editorial registra una caída importante, equiparable a las cifras de 1940. La censura o la autocensura de los materiales de orientación peronista, abundantes en el periodo precedente, explican el decrecimiento en la cantidad de títulos publicados, compensado en parte por un elevado tiraje promedio. Entre 1960 y 1969 se da el segundo y ultimo periodo favorable para la edición. Sin embargo el índice de producción presenta grandes oscilaciones, tanto en número de títulos como en cantidad de ejemplares o en tiraje promedio. La editorial Sudamericana publica, entre 1963 y 1972, con gran éxito de venta, las creaciones del boom de la literatura latinoamericana. Eudeba, creada en 1958 sobre los lineamientos propuestos por Arnaldo Orfila Reynal, constituye un fenómeno sin precedente por su orientación como editorial universitaria, acorde con la concepción de una universidad que, sin dejar de lado sus funciones tradicionales, entiende que es imperativo volcar la cultura al resto de la sociedad. Hasta 1966, la dirige José Boris Spivakow, fiel intérprete de esa tendencia: ediciones masivas, como el Martín Fierro con ilustraciones de Castagnino o la "Serie del Siglo y Medio", contribuyen al financiamiento de obras de salida más lenta; trabajos de divulgación de nivel universitario (los "Cuadernos de Eudeba" o "Temas") dan cuenta de las nuevas tendencias, fundamentalmente europeas y norteamericanas. Eudeba instala sus puntos de venta en las universidades argentinas y extranjeras, las estaciones del subterráneo e incluso en la calle: se cumple el lema "Libros para todos". En 1966, Spivakow se ve obligado a dejar Eudeba y funda Centro Editor de América Latina, acompañado de muchos de sus antiguos colaboradores. De hecho, es una editorial universitaria que aprovecha la estructura de la Cooperativa de Diarios, Revistas y Afines para distribuir masivamente su producción, en fascículos semanales.


4. Televisión de 1960

Entre tantos nuevos surgimientos el desarrollo de la televisión en Argentina fue uno muy importante. Las primeras emisiones televisivas argentinas se llevaron a cabo en 1951. Durante años, el Canal 7, única emisora, difundió noticieros, programas musicales y de entretenimiento, películas nacionales y extranjeras, encuentros deportivos, y teleteatros que ocupaban buena parte de la franja horaria de transmisión. Junto con la televisión en colores comenzaron a llegar numerosos teleteatros de origen mexicano y venezolano que compitieron con los nacionales y aumento notablemente el número de series norteamericanas policiales, cómicas y de ciencia ficción.




5. Teatro de 1960

Entrando en el ámbito del teatro, hacia 1960 en Argentina un grupo de dramaturgos jóvenes entre los que sobresalían Roberto Cossa, Osvaldo Dragún y Sergio de Cecco, se propuso sacudir la inercia del teatro nacional y devolverle el brillo que había lucido en otras épocas. Para ello acudieron a las fuentes del realismo de Florencio Sánchez, enriquecido con la experiencia del cine neorrealista italiano y el teatro testimonial de algunos autores teatrales contemporáneos. He nombrado anteriormente a Sergio de Cecco como uno de los dramaturgos que sobresalieron en el teatro de la época, de una vida breve y una producción exigua pero de altísima calidad. Sus creaciones más importantes El Reñidero y El gran deschave, fueron representadas en varios escenarios de la Argentina y también en Londres, Madrid, Nueva York, Caracas y otras ciudades.
Venezuela es uno de los países donde se destaca una gran labor en el teatro. La obra Los adolescentes (1961) es ganadora del Premio Ateneo de Caracas; también destacan Caín adolescente (1955), Réquiem para un eclipse (1957) y Sagrado y obsceno (1961), que constituyen todas ellas una crítica contundente a la realidad sociopolítica venezolana.






6. Cine de 1960

En lo que refiere a cine, el argentino tuvo gran auge después de la caída del peronismo ya que se produjeron una serie de películas de crítica abierta a este régimen, comenzando con la de Lucas Demare Después del silencio (1956). Durante este periodo aparecieron dos jóvenes realizadores: Leopoldo Torre Nilsson, hasta el momento el cineasta argentino de mayor prestigio internacional, que hizo La casa del ángel (1956), Fin de fiesta (1960), La mano en la trampa (1961) y Martín Fierro (1968); y Fernando Ayala, que dirigió Ayer fue primavera (1955), Los tallos amargos (1956) y El jefe (1958).
Ya en los años sesenta, la influencia de la nouvelle vague francesa en el cine argentino generó títulos como Alias Gardelito (1961), del actor Lautaro Murúa.
También en estos años y bajo la influencia de la nouvelle vague el actor Leonardo Flavio se lanzó a la dirección con Crónica de un niño solo (1964), El romance de Aniceto y Francisca (1967) y El dependiente (1968). Es entonces cuando se consolidó en el cine argentino una fuerte tendencia ideológica, que atrajo incluso producciones extranjeras, como Los inocentes (1962) o La boutique (1967), de los directores españoles Juan Antonio Bardem, y Luis García Berlanga, respectivamente, que se rodaron en Argentina por problemas con la censura franquista. En esta línea ideológica que aún hoy perdura destaca en 1968 la encuesta neoperonista de cuatro horas y media La hora de los hornos, de Fernando Solanas y Octavio Genio.








7. Radio Argentina de 1960

En la década de 1960, con la difusión masiva de la televisión, la radio se redefinió en sus funciones, horarios y públicos, orientándose más a la información y menos a los espectáculos dramáticos. La radio se establece sólidamente en el horario de la mañana.
Aparecen programas y shows radiales, como el Fontana Show, dirigido por Cacho Fontana, y sobre todo “Rapidísimo”, en 1967, conducido por Héctor Larrea, que marcaría el estándar del programa matutino para las dos siguientes décadas.
Durante la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina (1966-1972) y la generalización de la censura, se hizo habitual en el público argentino informarse a través de Radio Colonia, ubicada en el Uruguay, volviéndose famoso su locutor Ariel Delgado y su eslogan acostumbrado: "hay más informaciones para este boletín".
Entre los programas musicales se destacó La Cabalgata Musical Gillette, la primera en emitir un tema de Los Beatles, a los que la radio denominaba entonces como el grupo "Los escarabajos". En la música folclórica se puso al aire en Argentinísima, dirigida por Julio Márbiz, que se mantendría varios años en el aires. En el deporte, apareció Carburando, conducido por Andrés Rouco y Lisandro González Longhi, y como relator de fútbol José María Muñoz.


8. Música de la década de 1960

Como todas las expresiones culturales la música de la década de 1960, constituyo una forma de manifestación que logro atravesar los limites de los países en que se originaba. The Beatles fue un grupo musical de la década de 1960 que revolucionó, no solamente el rock inglés sino la forma de hacer música en general. Sus composiciones se consideran entre la más notables de este género, en las cuales se encuentra gran riqueza melódica, letras de elevado contenido poético y simbólico y excelentes armonizaciones instrumentales y vocales. Además, de que posee el primer lugar en ventas de discos desde que se desarrolló la industria fonográfica, de acuerdo con el Libro Guinness de los récords. El cuarteto se formó en la ciudad de Liverpool, Inglaterra en 1957 y se disolvió en abril de 1970. Su extenso legado de notables composiciones e interpretaciones dentro del ámbito de la música pop rock revolucionó el panorama musical de la época y ejerció una influencia única, abarcando incluso los ámbitos sociales y culturales. The Beatles, el famoso cuarteto de Liverpool, nació de los suburbios y se mantuvo en la cumbre, incluso años después de su desaparición, gracias a la fabulosa capacidad de identificar un mundo -para entonces actual- y explorar todas las posibilidades musicales posibles, para crear una propuesta completamente adelantada a cada momento en que se encontraban. Desde el punto de vista estrictamente musical, la influencia de The Beatles perdura hasta nuestros días y algunos melómanos y entendidos de la crítica, consideran que será muy difícil que haya a mediano plazo una transformación tan profunda en la forma de hacer música de calidad.

9. Pop Art y otros movimientos


Establecido el expresionismo abstracto como estilo dominante, algunos artistas estadounidenses comenzaron a rebelarse contra su carácter rígido y teórico. De esta rebelión nació el denominado Pop Art. Los artistas pop adoptaron imágenes de los anuncios publicitarios de los medios de comunicación de masas, de las bandas de cómic, películas, objetos cotidianos y de la cultura popular. A pesar de que se considera un movimiento genuinamente estadounidense, tuvo su origen en Londres, en una exposición de Richard Hamilton y otros artistas y se extendió a lo largo de Latinoamérica.
La influencia del Pop Art puede detectarse en el hiperrealismo, que surge a finales de la década de 1960 con una temática basada en los anuncios de neón, cafeterías y lugares públicos urbanos y suburbanos. Estas obras se realizaban meticulosamente con ayuda de la técnica fotográfica, y de ahí su nombre inglés de “photorealism”. La pintura abstracta continuó su evolución tanto en Estados Unidos y Latinoamérica como en Europa. El Pop Art retomó el camino de las vanguardias racionalistas y dominó en el terreno de la abstracción a lo largo de las décadas de 1960 y 1970. En el Pop Art se emplearon diseños geométricos en blanco y negro o colores brillantes contrastados para crear ilusiones ópticas, con la posibilidad de que el espectador modifique la percepción de la obra con su propio movimiento. Otra tendencia abstraccionista fue el minimalismo, aparecido a partir de las austeras composiciones de Josef Albers. En este movimiento, que ganó popularidad a partir de 1965, las formas se reducían a las geometrías más sencillas como cubos, pirámides y prismas que se utilizaron repetitivamente, desde una interpretación extrema del principio de economía expresiva
En la década de 1970, aparecieron otras tendencias basadas en la ruptura con los soportes tradicionales, especialmente los cuadros de taller y las esculturas. El arte rompe así sus limitaciones convencionales y se manifiesta en la naturaleza, la ciudad, el cuerpo humano, el mundo cotidiano. El arte conceptual, por su parte, engloba múltiples realizaciones que tienen en común la supremacía de la idea del artista sobre la obra acabada.


10. Escultura y pintura latinoamericanas

La pintura y la escultura latinoamericanas del siglo XX se han caracterizado por un continuo diálogo entre lo figurativo y lo abstracto, lo nacional y lo internacional. En los últimos tiempos, el arte latinoamericano ha alcanzado una proyección internacional espectacular, como muestran los éxitos comerciales del mexicano Rufino Tamayo, el chileno Roberto Matta Echaurren o el colombiano Fernando Botero.




A partir de la investigación que realicé acerca del “boom de los años 60” y de los ámbitos y aspectos que profundice, puedo concluir en que el nombre asignado para la década de 1960, incluyendo alrededor de diez años antes y diez años después, no puede ser otro. El estallido en lo cultural y social, las modificaciones que se produjeron en el ámbito de la radio, la televisión, las revistas, el cine y el teatro, hasta en la forma de narrar, la música, la escultura y la pintura alcanzaron tal auge que marcaron una etapa dorada en la cultura latinoamericana, y adentrándonos en nuestro país se constituyeron en motivos suficientes para comprobar que Argentina fue y es capaz de mejorar su situación cultural, que los medios, las personas y el intelecto están, lo único que hace faltas es mirar mas allá de la realidad.
Bibliografia